FUENTES

Trenzadas, brotan gotas encendidas

de agua, como hilo puro

de energía, desde fuente profunda

de boca abierta, ornamental vientre

de la tierra, como calendario de vida

de chorro continuo, a veces sollozos

de enamorados que pierden citas,

de instantes de ternura sin relojes,

de suspiros húmedos sin mar,

de estatuas cómplices frente al futuro,

de estrellas que desnudan su memoria.

Oasis ceñido, de mordeduras inclemente

de musgo, oxido y salitre, desconchado

de antigüedad, hermosa en su desamparo

de sed, narra enciclopedias y dinastías

de historia, entre plazas y jardines

de nuestra honda biblioteca de la tierra,

de los deseos que relucen en el brillo

de las monedas con las que seduce el amor,

de peces de colores como remanso,

de rosas y otras flores con sus besos,

de sol tejido en caños de bronce bajo el cielo.

                                         




Autómata en el centro de la plaza
de hilos claros, tejiendo nido de místico elemento,
de visión pulverizada descarga mundo,
de espejos planos donde se refleja la luna
de medianoche, mientras gira su rueda
de agua viva como odre, que se derrama
de lagrimas y alegrías en forma de trinos
de constelaciones, en torrentes de gotas
de círculos transparentes tatuados,
de latidos que embellecen como música
de instantes que nos embeben.

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